Damián Ríos
DE COSTADO
DE COSTADO
1
Un negocio,
el vidrio
que refleja la vereda de enfrente
entibiándose en el sol
y pareciera
que me voy a acordar de algo,
un papel escrito
quemándose en un pasillo hace
tres años, dos nombres,
pero no.
Creo que todo tiene
que ver: una pared amarilla
manchada por la sombra,
la música que sale de un equipo negro
-CD- -SCAN-
-SOUND- -MODE- -PAUSE-
en cada posición
una palabra, una función,
eso es.
2
Un negocio,
el reflejo de un perro dando
vueltas,
la música que sale
y encima una voz que atraviesa
el perro sin tocarlo.
Colores claros en los muebles,
el tránsito en una avenida
a eso de la una,
un miércoles,
y un pensamiento o algo
como el aire que flota
en un globo
que flota en el aire.
Al vidrio
no le importa lo que está
del otro
de este lado.
El vidrio es vidrio, transparencia.
Un perro es uno
dando vueltas y a cada punto
iluminado
le corresponde,
al tiempo, un punto
en el reflejo
pero apenas me muevo
el color
en el perro desaparece.
3
Tengo maneras de evocarme.
Una es con olor a medias,
charcos de agua
vieja disimulados entre los pastos
manchados de verde y barro
alrededor de un tronco.
Otra es con partidos
de truco, ajedrez hasta el dolor
de cabeza.
Las partidas eran largas
y yo casi siempre andaba con alguna
las piezas eran de plástico,
el tablero de cartón.
Una vez soñé que resolvía una
con elegancia: la luz entraba
por la ventana junto a la heladera
iluminando
mi torre brillante
en un rincón del tablero.
La elegancia no estaba
en la posición
de las piezas, estaba en el movimiento
de mi mano,
así.
4
Barro alrededor de un tronco.
El color del pasto
igual al de las hojas para dibujo
y en la zanja
el color de las piedras corriéndose
abajo del agua.
Hay
un viento
que me embolsa
ya no hay.
Pasa un taxi,
la luz roja del cartelito de libre
cruza a la altura del velador
por toda la vidriera.
A veces me sale
quedarme así:
la idea
de un recuerdo
un cartelito de libre,
muebles sin uso acomodados
para gustar,
mis primos en pata con el agua hasta las rodillas
o el color del bulevar
donde empieza el asfalto
temblando en el
solazo.
5
Está
el olor de los pastos recién
cortados en la vereda,
ya no está.
Un vidrio que empaño
con el aliento para dibujar
redondel cuadrado viborita
Una casa
al otro lado de la calle,
los ladrillos pintados a la cal.
La casa de la Piru,
el papá
trae un ruido en una pierna
el ruido llega con él
a la nochecita
y se escucha desde la cocina.
El Pincén no lo torea.
La Piru tiene todo el pelo negro.
6
El redondel quiere
decir que estoy
contento. El cuadrado,
que quiero ser
tu novio. La viborita
quiere decir que no te entiendo.
Siempre te estoy mirando
de costado, el tajo
rosa de tu bincha en el pelo
esa vez que me estaba poniendo
las botas para ir al otro lado
y ella me preguntó adónde vas.
Al otro lado, le dije.
7
Hay tres que tocan
una canción,
eso es lo que hacen:
tocar una canción
y hay dos que dicen que eso está
bien,
entonces hay que hablar de eso
incluso ahora que toda la luz puesta
en los dos lados del vidrio
deja pensar que es verdad
se diría que al final algunas cosas
van a quedarse quietas.