Ezequiel Alemian

španščina

Timo Berger

nemščina

La ama de casa


¿Cuántos días puedo pasar sin hablar?

Sin poner la estufa. Sin comer algo caliente. Sin ordenar la casa. Sin escuchar los mensajes que se acumulan en el contestador. ¿Cuántos días más puedo pasar sin coger?

Sin pagar las cuentas de los servicios. Sin retomar los cuadernos. Sin definir mi situación en el trabajo.

¿Cuántos días puedo estar sin pensar? Sin leer los diarios. Sin ducharme. Sin llamar por teléfono a V.

Sin hundirme en la mierda.

Sin hundirme otra vez en la mierda, ¿cuántos días más puedo pasar sin lavarme las manos?

¿Hasta que vengan los profesores de piano y de baile, a buscar la plata de las clases que todavía no les pagué? ¿Hasta que vaya a la feria a vender los juguetes de mis hijos? ¿Hasta que aprenda a escribir con los dedos, en las paredes?

Malestares hepáticos y forúnculos, mientras tanto, serán capaces de tejer la mentira de esta pose: ¿cuántos días más podré aguantar antes de volver a hundirme en la mierda de las imágenes?
Pose de feto en formol, inmenso, sobre un pedestal de madera oscura, iluminado desde el techo por un riel de spots incandescentes y exhibido a la voracidad del público de martes a domingo, de 13:00 a 18:00 horas.

© E.A.
Avdio produkcija: Timo Berger / M.Mechner, Literaturwerkstatt Berlin

Die Hausfrau


Wie viele Tage kann ich verbringen, ohne zu reden?

Ohne die Heizung anzustellen. Ohne etwas Warmes zu essen. Ohne das Haus aufzuräumen. Ohne die Nachrichten anzuhören, die sich auf dem Anrufbeantworter ansammeln. Wie viele Tage kann ich noch ohne Sex verbringen?

Ohne die Strom- und Wasserrechnungen zu bezahlen. Ohne mir wieder meine Hefte vorzunehmen. Ohne auf der Arbeit meine Situation zu erklären.

Wie viele Tage kann ich ohne Denken verbringen? Ohne Zeitung zu lesen. Ohne mich zu duschen. Ohne V. anzurufen.

Ohne in der Scheiße zu versinken.

Ohne schon wieder in der Scheiße zu versinken, wie viele Tage kann ich noch verbringen, ohne mir die Hände zu waschen?

Bis ich gelernt habe, mit den Fingern, auf die Wände zu schreiben?

Leberbeschwerden und Eiterpickel wären einstweilen in der Lage, die Lüge dieser Pose zu untermalen: Wie viele Tage kann ich noch verbringen, ohne in der Bilderscheiße zu versinken?

Pose des Fötus in Formalin, riesig, auf einem Sockel aus dunklem Holz, von der Decke mit Halogenstrahlern beleuchtet und der Gier des Publikums dargeboten, dienstags bis sonntags, 13 bis 18 Uhr.

Übersetzt von Timo Berger