Mara Pastor
Fábula chechena
Fábula chechena
Hay un niño escondido dentro de un bote. Por sus risos parece un niño tranquilo, pero explotó las pisadas de un puñado de cachorros. Hizo llorar a las niñas de los buenos vecindarios. El niño naufraga. Se llena el interior de la barquita con su propia sangre como de la herida de su madre. El niño llora la muerte de su hermano y se pregunta la diferencia entre el dolor y el dolor. En el interior de la barca su capucha es una escafandra que lo sumerge en la profunda luminiscencia de lo vasto. El niño se ve niño siguiendo al hermano a comprar dedos de novia. Calla el niño dentro del bote y reza porque Sherezada distraiga a todos los periodistas a las afueras del navío encallado. El bote es una tumba. Encierra el calor que percibe el helicóptero con sus ojos infrarrojos como un buitre al acecho. Arrasado por tanto amor y tanto odio, siguiendo el rastro de la sangre del hermano, te imagino niño queriendo morir en la camilla fría de un hospital público custodiada por monstruos marino