Lucía Estrada
CAMILLE CLAUDEL
Ella imaginó una cárcel,
la flor de locura
convertida en piedra.
Se reconoció en desventaja,
se afiló las manos,
el rostro,
el vacío
y los restos de su sombra
devorada por las hormigas.
En un viejo cuadro
de la estancia,
su figura
se disuelve.