Luis O. Tedesco 
Translator

on Lyrikline: 10 poems translated

from: alemán to: español

Original

Translation

Der Glückliche

alemán | Uwe Kolbe

Vielleicht, doch ich kann es nicht so direkt aufschreiben,
vielleicht aber kann ich es anders auch sagen.
Vielleicht ist es eine Erinnerung, die jetzt als ein Aber
den Tag überschneidet, pflügt, vielleicht ist es doch
so, wie ich erhoffte einmal, vielleicht so, jedoch
noch sitze ich, schweige und freu mich vielleicht
und fürchte, daß es zu einfach wäre, vielleicht ein Aber
zu leicht ausgesprochen, das Hauptwort Hölderlins,
das mehr Heimat war als dieser Planet, vielleicht.

Vielleicht schliefen wir in einem Sumpf, und vielleicht
war alles noch ungetrennt, muttermundwarm,
hier nicht sehr wahrscheinlich, vielleicht auch ein Irrtum,
obwohl ich es sah. Trümmer der Kindheit, vielleicht,
und aufgetaucht wider Erwarten nur durch Berührung.
Mag sein, dieser traute Sumpf ist ein ganzes Leben,
doch glaub ich es nicht, vielleicht schon verdorbener,
flüchtiger Schläfer, der ich geworden bin, vielleicht
erlosch ein Lebenslicht, ein sogenanntes, dabei.

Vielleicht lehnte ich es schon immer ab, zu flüchten
in Technik und rannte vielleicht vor Begriffen davon,
auf Augen zu, Augen, die aus Romanen nicht blickten,
sich selbst nicht durchschauten, sonst wären sie nicht,
vielleicht wie die Spiegel, Durchgänge also, mag sein.
Doch weiß ich und lege es mir zurecht, nunmehr sicher,
dahinter sind wieder nur Spiegel, gütig erzeugte
Unendlichkeit. So ist, was ich seh, wenn ich schaue,
ganz sicher nur das, was ich wünsche, vielleicht.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 2001
from: Die Farben des Wassers. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 2001
ISBN: 3-518-41262-0
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

El feliz

español

Quizá no me sale escribirlo espontáneamente,
pero quizá sí puedo decirlo de otra manera.
Quizá es un recuerdo que ahora, como un pero,
cruza el día y lo ara, pero quizá es así,
como esperé alguna vez, quizá sea así, y sin embargo
aun permanezco sentado, en silencio,
y me alegro quizá y temo que sea demasiado simple,
quizá un pero demasiado ligeramente pronunciado,
la palabra principal de Hölderlin,
para quien la palabra era más la patria que
este planeta, quizá.

Quizá dormíamos en un pantano, y quizá
el todo era aun indiviso, cálido como el útero materno,

algo que seguramente no sucedió aquí,
aunque yo lo veía, otro error, quizá,
ruinas de la infancia, quizá,
surgidas contra la espera sólo por la acción del roce.

Puede que sea así, este íntimo pantano
es una vida, pero yo no lo creo,
quizá porque me he pervertido, quizá
por ser el durmiente fugitivo que ahora soy,
quizá se apagó eso que llaman la luz vital, la vela, todo a la vez, quizá.

Quizá yo siempre rechacé huir hacia la técnica
y me estrellaba contra los conceptos derivados de ella,
hacia los ojos, ojos que no miraban desde las novelas,
ojos que no se comprendían a sí mismos,
si no no serían, quizá, como los espejos,
serían, por lo tanto, pasillos. Puede que así sea.
Pero yo sé e imagino, ahora sí de manera segura,
que detrás de ellos han vuelto a posarse los espejos,
la infinitud bondadosamente producida.
Así es lo que yo veo cuando contemplo,
ahora totalmente seguro, sólo eso que deseo, quizá.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Das Wasser, an dem wir wohnen

alemán | Uwe Kolbe

für Peter Waterhouse

Wir rappeln uns auf
und spucken das modrige Wasser
aus jungem Mund
und husten das kratzende Naß
aus unverdorbenem Halse.
Die Augen sehen noch nicht
und suchen den Helfer schon,
der oben über uns steht
auf niedrigem, trockenen Steg.
Und gleich wird sein Arm da sein,
uns Halt bieten, hieven.
Noch hindert sein Lachen ihn,
noch lacht er zu laut,
um helfen zu können.
Gleich stehen wir wieder neben ihm
wie die begossenen Pudel.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 2001
from: Die Farben des Wassers. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 2001
ISBN: 3-518-41262-0
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

El agua junto a la cual vivimos

español

A Peter Waterhouse

Nos restablecemos
y escupimos el agua sucia
de la joven boca,
y tosemos el líquido que raspa
en la garganta estropeada.
Los ojos aun no ven
pero ya buscan al que debe auxiliar,
alguien que está de pie, arriba, sobre nosotros,
en el embarcadero seco donde nos podrán elevar.
Pronto su brazo, que está ahí,
vendrá a ofrecernos su apoyo, vendrá a alzarnos.
Aun su risa entorpece sus movimientos,
aun se ríe y ríe, ríe demasiado
para poder ayudar.
Pronto estaremos de pie, a su lado,
como los perros en el agua, empapados.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Vater und Sohn

alemán | Uwe Kolbe

Ein einziges Abstandhalten
und Beieinanderstehn
mit schlenkernden Armen.
Der Vater die Uniform,
der Sohn mit den Rastazöpfen.
Der Vater im Rucksack Preußen,
der Sohn auf dem Surfbrett
zur Mündung der Flüsse hinaus.
Der Vater auf Reisen,
der Sohn die innere Emigration.
Der Vater die Briefe,
der Sohn schweigt.
Vater, ders locker nimmt,
Sohn zu dem Herzen.
Einander Kampf ohne Regel,
ernster als auf dem Spielplatz je,
länger als lebenslang.
Nie sterben die Väter,
hört man, seit Ohren sind,
und selten leben die Söhne.

© Uwe Kolbe
from: Vineta. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 1998
ISBN: 3-518-40990-5
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

Padre e hijo

español

Un mismo modo de guardar distancia
y estar de pie, juntos
con los brazos bamboleantes.
El padre en su uniforme,
el hijo con los bucles de Rasta.
El padre carga la mochila Prusia,
el hijo, sobre la tabla de surf,
atraviesa la desembocadura de los ríos.
El padre de viaje,
el hijo en su migración interior.
El padre escribe las cartas,
el hijo permanece callado.
Lucha recíproca sin reglas,
más seria que nunca en la plaza,
más larga que lo extenso de una vida.
Los padres nunca mueren, se los escucha
susurrar continuamente en los oídos,
y rara vez los hijos sobreviven.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Sternsucher

alemán | Uwe Kolbe

Der, hör ich, nachts aus dem Haus geht
und, seh ich, hoch in den Himmel schaut,
den, weiß ich, eine sehr gerne mal träfe,
doch, sagt sie, so wie es aussieht,
der, klagt sie, schaut doch immer nur hoch
und, denkt sie, niemals in mein Gesicht.
So, mein Freund, findest du nie deinen Stern.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 1998
from: Vineta. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 1998
ISBN: 3-518-40990-5
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

Buscador de estrellas

español

Él, escucho, de noche sale de su casa,
y, observo, alto en el cielo contempla
la que, yo sé, alguna vez con placer encuentre,
pero, dice ella, así como aparece,
él, se queja ella, siempre mira hacia arriba,
y, piensa ella, nunca su rostro mira mi rostro.
Así las cosas, mi amigo,
espero que nunca encuentres tu estrella.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Nirgendwo mehr hin

alemán | Uwe Kolbe

Werden auf der Brücke bleiben,
eines in des andern Armen,
küssen sich, weit offne Augen
werden in den Mond sehn.

Haben Vater, Mutter wohl,
haben sie vergessen.
Sind so jung und schon so schwer,
wenn sie sich im Kreis drehn.

Werden Himmeln und Laternen
Liebe und den Ausbruch schwören.
Doch die Lichter, Straßen bleiben
stumm, es wird nur Wind wehn.

Werden von der Brücke nicht mehr,
nicht für Eltern, für die Katz,
nur noch sich und sich gehören,
nirgendwo mehr hin gehn.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 1994
from: Nicht wirklich platonisch. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 1994
ISBN: 3-518-40571-3
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

Ningún más allá de aquí

español

Permanecerán sobre el puente,
uno en brazos del otro,
los ojos bien abiertos, besándose,
los ojos mirarán hacia la luna.

Tienen padre y madre,
pero los han olvidado.
Son tan jóvenes y ya tan responsables
mientras danzan en círculo.

Jurarán a los cielos y los faroles
amor y estallidos,
mientras las luces y las calles
permanecen mudas, soplará el viento.

No pertenecerán más al puente,
no serán para los padres ni para nadie,
tan sólo serán para sí mismos,
no irán a ningún más allá de aquí.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Die Terrassen

alemán | Uwe Kolbe

Die Terrassen werden geschlossen,
die Saison ist vorüber heut Nacht.
Noch hat das Café seine Stühle draußen,
schon sind sie glasiert
von Dunkelheit, Stille.
Statt luftiger Rede von gestern
das Fernsehgeräusch hinter Fenstern
(wenn heut auch ein fernerer Krieg
der Grund, daß alle Geräte flimmern,
Studentin, Philosoph und Drogist
sehen dasselbe Programm).
Hier draußen hat Herbst gewonnen,
drei Viertel des Lebens - Erinnerung.
Staub setzt sich von aufgeschobenen Reisen,
das Wagnis der sehr kurzen Wege
ist beinah Routine geworden.
Wer kämpft hier eigentlich so
in dieser Nähe, Blumen zum Selberpflücken,
im Buchsbaumrevier, am Mühlbach,
wer kämpft eigentlich um seiner Seel,
die Dreizehnjährigen im Zelt, mein Gott?
Die Partysaison ist vorüber, zur Nacht
- wem gilt dieses späte Glockenläuten? -
ideal wär ein russischer Ofen,
auf dem empfinge Julia.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 2001
from: Die Farben des Wassers. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 2001
ISBN: 3-518-41262-0
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

Las terrazas

español

Ya clausuraron las terrazas,
la temporada, hoy a la noche, llega a su fin.
Aun las sillas del café permanecen afuera,
glaseadas de oscuridad y calma.
La ligera charla de ayer
dio lugar al ruido del televisor
colocado detrás de la ventana.
(Hoy también una guerra lejana
es el motivo de que todos los aparatos titilen:
la estudiante, el filósofo y el farmacéutico
miran hoy el mismo programa.)
Aquí afuera ha ganado el otoño,
tres cuatros de la vida son recuerdo.
Cae el polvo de los viajes postergados
el riego de los caminos muy cortos
se ha vuelto casi una rutina.
¿Quién podría luchar entre los canteros,
tanta prodigalidad de flores
en la tierra del pastito inglés, junto al arroyo del molino?
¿Quién lucha verdaderamente por su alma,
acaso los treceañeros en la carpa, mi Dios?
La temporada de fiesta termina esta noche,
¿para quién suena este tardío repicar de campanas?
Sería ideal una gran cama
como aquella en la que Julia recibía.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Der Essigbaum

alemán | Uwe Kolbe

Wahrscheinlich wars langer Weile geschuldet, daß ich ihn wahrnahm.
   Wir warteten wieder einmal - Bahnhof Schönhauser Allee –
Auf einen Zug am Nordring, an dessen verbliebener Hälfte.
   S-Bahn in Rostrot und Gelb, zischend kam sie zum Stehn,
setzte ich mich an das Fenster, um aus der Nähe zu schauen:
   trieb doch dort einer aus sich, aus einem dürren Nichts
tatsächlich richtige Blätter. Ich fragte, was das sei, den Vater:
   ´n Essigbaum, und der treibt Zweige und Blätter neu.
Ich darauf: An dieser Stelle kann er doch nicht überleben!
   Siehste doch, dieser Kerl ist so bescheiden, es geht.

Licht gab es keins da, jedenfalls nicht zu gewöhnlichen Zeiten,
   die wir hier warteten, ich neuerdings fasziniert
von diesem Kerl, besser –chen, der sich wacker das Leben ertrotzte.
   Sein zarter Stamm lehnte fast an der Stromschiene vorn,
hinter ihm ragte und lud jedesmal zum kindlichen Tagtraum
   eine düstere Stützmauer, zu Bögen gewölbt.
Dort, wo die Bögen sich voneinander trennten, ein Luftloch,
   sagte jedenfalls ich, je als kleineres Kreuz,
ausgespart für nicht erkennbaren Zweck, wozu die Belüftung?
   Einfach zur Zierde vielleicht. So hat das Kind nicht gedacht.

Seine Vision galt den Kellern dort, wo seit Kriegsende Gras wuchs,
   und es sprach neuerdings mit seinem Freunde, dem Baum,
der keiner werden konnte, weil alle S-Bahnen täglich
   in dem Minutentakt mit ihrem Fahrtwind an ihm
zerrten, und es alle Kraft galt, die Blätter zu halten, sonst gar nichts.
   Leise, versteht sich, sprach ich mit dem beinahe Baum.
Er war mein Vorbild, auch wenn ich seinen Namen nie nannte.
   Selten, doch wenn ich dorthin gehe und nach ihm schau,
ist es ein Spiel, die Augen verbunden, mit Schwindelgefühlen,
    obwohl ich die Regeln weiß, weil ich erwachsen bin.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 2001
from: Die Farben des Wassers. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 2001
ISBN: 3-518-41262-0
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

El zumaque

español

Probablemente fue debido a la larga duración de aquel momento que lo percibí.
Esperábamos una vez más –Estación Schönhauserallee-
un tren del lado del círculo norte, en la mitad del andén.
Máquina roja y amarilla se detuvo resoplando,
me siento junto a la ventanilla para contemplar y estar más cerca,
pero entonces uno arrojó desde sí, desde una nada estéril,
hojas reales, verdaderas. ¿Qué es eso? Le pregunté a mi padre.
Un zumaque, dijo. Y aquél vuelve a tirar ramas y hojas.
Le respondí: ¡pero en este lugar no va a sobrevivir!
Ya lo ves, es un muchacho modesto, se las va a arreglar.
Ya no hay luz aquí, en todo caso no es la luz que hubo en tiempos normales,
cuando esperábamos aquí, yo desde hacía un rato fascinado
por ese muchacho –mejor, muchachito- que se ganaba la vida honradamente.
Su delicado tronco casi se apoyaba sobre el medidor de corriente,
y detrás se elevaba, bajo la forma de arcos continuos,
un sombrío muro de apoyo invitando al diurno sueño infantil.
allí donde cada arco se separaba del contiguo,
un respiradero, cada uno como una cruz que se hacía más pequeña,
un vacío que se dejó en libertad para una finalidad no cognoscible.
¿Para qué la ventilación? –hubiera dicho yo en todo caso.
Simplemente de adorno, quizá. El niño no piensa del mismo modo.

Fue capaz de ver los sótanos
allí donde después de la guerra creció el pasto,
y por fin él pudo hablar con su amigo el árbol,
que podía volverse ninguno, porque los trenes lo arrastran
cada día, minuto tras minuto, a favor del viento,
y toda fuerza sirve para detener el envión de las hojas,

es decir, para absolutamente nada.
Muy bajo, quedamente, se entiende, hablé con el casi árbol.

Él era mi modelo, aunque nunca nombré su nombre.
Raras veces ocurre, pero cuando voy allí y lo contemplo,
- los ojos vendados, con sentimiento de vértigo-, es un juego,
pero yo conozco las reglas, porque soy adulto.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Das Ende der Reise

alemán | Uwe Kolbe

Du sitzt, früh auf,
hebräisch im Zwielicht der Taube,
doch scheint es, in einem Buch,
in dem du die Welt liest,
denn sonst bestünde
der Glockenschlag nicht,
den der Trinker zum Anlaß nimmt
seiner letzten Suada,
das Rappeln des Wagens
des Straßenkehrers (heut ist es nicht
Quasimodo, dein Traum
gibt ihm frei für den Sonntag).
Denn sonst bestünde
der Schritt eines Fremden nicht,
das Prasseln der Reifen
des Taxis, das einen davonträgt,
hinaus aus der Stadt.
Das Gleichmaß des Brunnens,
der fließendes Wasser nachahmt.
Sonst wären es nicht
inzwischen drei Straßenkehrer,
zwei Pärchen Tauben, die lauthals,
nun Krähe, die Elster, die Amsel.
Nicht einmal dein kalter Schwanz
und der Atem,
der leise Schmerz
des gebeugten Nackens,
nichts, gar nichts bestünde,
von Draußen nach Drinnen,
der Blick, wie er sich zurückzieht,
der Traum eines Mannes,
der aufgegeben hat.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 2001
from: Die Farben des Wassers. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 2001
ISBN: 3-518-41262-0
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

El final del viaje

español

Estás sentado, temprano,
hebraico entre dos luces de paloma,
y es como si en un libro leyeras el mundo,
y es así, porque si no, no existiría
la campanada que el bebedor aprovecha
para su último estertor de palabras,
ni el ruido del carro de la basura
(hoy que el barrendero, Quasimodo, no está, tu sueño
lo libera los días domingo).
Y es así, porque si no, no existiría
el andar del extraño, ni el crepitar
de los neumáticos del taxi que frena
y que uno detiene en un suburbio de la ciudad,
ni la simetría del agua de la fuente
cuando imita el caer del agua que fluye.
Y es así, porque si no, no estarían
los tres barrenderos, las dos parejitas
de palomas gritonas,
ni la corneja, la urraca, el mirlo.
Tampoco tu fría pija
hubiese existido alguna vez,
ni el aliento, el suave dolor
de tu cabeza gacha,
nada, absolutamente nada existiría
de afuera hacia adentro,
ni la mirada, tal como se repliega
el sueño de un hombre
que ya se dio por vencido.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Ingredienzen der Schlaflosigkeit

alemán | Uwe Kolbe

Es war diese Mücke, ich hab sie gehört.
Und es war – wuchs da nicht Gras
zwischen zwei Kriegen?
Es war ähnlich dem Grund, weshalb ich die Stadt
zum ersten Mal wirklich verließ.
Und es war, daß die Liebe sich weigerte,
einfach zu sein wie ein Handgriff,
schön wie ein Silbenrätsel,
witzig und unerklärlich, wie die Attacke
der Katze, die anschließend wieder
vornehm gemessen schreitet oder
sich putzt, mit der Zunge die Pfote befeuchtet,
damit übern Hinterkopf streicht,
mit dieser unnachahmlichen Sorgfalt.
Es war, daß der Lärm meiner Stadt
den letzten alten Putz zerrüttet,
das letzte Brandmauern-Graubraun
auf den monströsen Lkw kippt,
der gestern mich fast überrollte.
Es war, daß Reste der alten Gewißheit
einander zersetzten, die neue
privat bleibt, das rasende Herz
- in unseren Breiten kommt so etwas
von übertriebenem Genuß.
Es war, du wachst auf und nuschelst,
mach endlich das Fenster zu.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 1998
from: Vineta. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 1998
ISBN: 3-518-40990-5
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

Ingredientes del insomnio

español

Fue ese mosquito, yo lo escuché.
Y fue -¿no creció pasto, ahí,
entre las dos guerras?
Fue parecido el motivo
por el que dejé la ciudad
por primera vez.
Fue que el amor se negaba
a ser algo de dónde agarrarse,
bello como un acertijo,
divertido e inexplicable
como la arremetida de un gato
que luego, acto seguido,
recomponiendo su andar distinguido,
camina a pasos lentos o se lame una pata
para pasársela luego por detrás de la cabeza
con inimitable dedicación.
Fue que el ruido de la ciudad
agrieta el último viejo revoque,
el último marrón grisáceo de los muros contrafuego
amontonados sobre el monstruoso camión
que ayer casi me atropella.
Fue que restos de la antigua sabiduría
se disgregaron, que la nueva
permanece en privado, en el frenesí del corazón
-aquí, en nuestras extensiones,
algo por el estilo es causa
de exagerado disfrute.
Ocurre que te despiertas y balbuceas,
cierra por fin la ventana.

Traducción al español Luis O. Tedesco

Über die Methode

alemán | Uwe Kolbe

Seitdem du nicht mehr die Teile verschränkst
des eingegrabenen zum beigefügten Bild,

seitdem du das Schweigen aufsuchst
und anrufst, die hier innen schweigen, Basilisken,

zugleich aber, Glück, an deiner Seite
die kleine, die Göttin wohnt mit dem Netz,

aber nicht schüttelst die steinernen Bäume,
starrst, Teil der Starre, sie an,
von alters wie sie, nicht gewachsener Stein,
nicht Lava, Basalt, nicht Porphyr,
Tuff nicht, kein Baumaterial,

seitdem du so wartest, doch nicht wie zu warten gewohnt:
Erlösung durch Blick oder Hand
der jeweils noch nie Gesehnen, der Einen,

seitdem du auf Früchte hoffst verschloßnen Geschmacks,
halsstarr, wie ohne Kenntnis des Kainschen Gewerbes,
wie leer, nicht offen, nicht wirklich erwartungsoll,
froh nur in dem Fischerspiel,
froh nur wie's Kind, dran zu glauben,

seitdem kommt es auf die Methode an.

© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 1998
from: Vineta. Gedichte
Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag , 1998
ISBN: 3-518-40990-5
Audio production: 2001 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

Sobre el método

español

Ahora, cuando ya no atraviesas
los fragmentos grabados en la imagen añadida,

ahora que buscas e imploras silencio
ellos permanecen aquí, callados, coléricos,

no obstante, mientras ello ocurre,
la felicidad, tu pequeña diosa,
vive a tu lado y la red empuña,

y ya no zamarreas los árboles de piedra,
los miras fijo, miras detenidamente
sus partes rígidas, tú, como ellos,
desde muy antiguo no piedra crecida,
no lava, basalto, no porfirio,
tosca no, ningún material apto para la construcción,

desde que esperas así, pero no
como es aconsejable esperar:
salvación por la mirada o mano de la cada vez
ansiada, la que aun, la que nunca, la que es una,

ahora que, obstinado, esperas frutos
de sabor reservado, lejos del oficio de Caín,
como si estuvieses vacío, un vacío no abierto,
como si en realidad no estuvieses impaciente,
alegre sólo por el hecho de pescar,
alegre como sólo un niño se alegra al creer en ella,

ahora que sólo del método, finalmente, se trata.

Traducción al español Luis O. Tedesco