Limosna

Atenas ya no existe. En su lugar
hoy hay otra ciudad que lleva el mismo nombre
pero ya no es la misma.

Una ciudad que ya no huele a azahar
sino a ceniza, llena
de ancianos vencidos que piden limosna,
de niños que tocan un viejo acordeón
con una mano y con la otra piden
limosna, de borrachos
que piden limosna con un vaso de plástico
y parece que fueran a beberse
lo que les den, de dioses
enfermos, tullidos, que piden limosna,
de estatuas cansadas que piden limosna,
de gente que pide la pena que da.

Una ciudad fundada por los dioses,
castigada sin cielo por el único dios
que este siglo venera.

Atenas ya no existe. En su lugar
una ciudad donde la luz da lástima.

© Juan Vicente Piqueras
Producción de Audio: Juan Vicente Piqueras