Der beunruhigende Satz

ZUERST bildet sich eine Rinne im Wort
in der die Milch, die die Sprache durchströmt
sich sammelt – und aus der man sie trinkt:
die Sprachmilch. Durch das Trinken der Milch
aus der Rinne im Wort entstehen Trockenheiten –
Sprachtrockenheiten – die Sprache wird brüchig
rund um das einmal ergriffene, sogar gemolkene
und mithin leer getrunkene Wortgefäß.
Eine Rinne im Wort ist wie wenn der Schlaf
Risse kriegt. Beiderseits des Rinnengrabens
springen Spalten auf, die die geschlossene
gesprochene Sprachoberfläche ebenso wie die
geschlossene ungesprochene Schlafoberfläche
zerreißen. Die Spalten und Sprünge beiderseits
des Rinnengrabens im Wort oder im Schlaf
lösen beim Auftreten neuer Milch die
Böschungen, die in diese Rinne sich neigen
und beginnen durch Abschwemmungen
diesen wieder zu füllen. Der Reiz der Kargheit
der rissigen Sprache oder des Schlafs mit Sprüngen
wird durch die Aufschüttung aus den immerzu bei der
Rinnenbildung entstehenden Böschungen
beseitigt, zugunsten einer wiederhergestellten
üppigeren Abrundung. Das Heranwachsen milchführender
Wörter bis zur Rinnenbildung und diese nach
Verlust der Milch über eine Wortdürre ausgelöste
Böschungsrissigkeit, die dann nach Auftreffen
neuer Milch schließlich sich wieder schließenden
und mit abgeschwemmten Böschungen neu sich
auffüllenden Sprach- oder Schlafgebilde lassen durch
den vernichtenden Wechsel von Aufbau und Verschüttung
ein Depot gewarnter Worte heranwachsen, die
Sprachverlust und Schlafverlust ebenso wie
Spracherwerb und Schlaferwerb dem Wankelmut des
Rinnenschicksals entwinden wollen.

Das sich anbietende Wort für diesen Vorgang
wäre: entrinnen. Entrinnen schaffen!
                        Aus dem Depot gewarnter
Wörter bildet sich im Idealfall außerhalb der
Milchführungs- und Rissebildungsvorgänge eine
die Sinne alarmierende Aussage. Eine die Sinne
alarmierende Aussage aus einem Depot
rinnenfreier Worte überspringt die
Bruchbildungsneigung einer denkbewegten oder
schlafbewegten Sprache, die Gefahr laufen könnte
Gehirnbänder zu sprengen und die sie
durchströmende Milch sinnos zu vergießen
und erzwingt den Abstieg aus der Höhe der
Reflexion in die Tiefe der Empfindung. So um
ihren Wirkungsgrad gedreht: böswillig
ausgedrückt um diesen betrogen oder gutwillig
ausgedrückt von diesem erleichtert blickt eine
von der Sprach- oder der Schlaferosion abgerückte
oder evakuierte Wortmacht direkt auf die
Unruheherde. Die Figur der Vokale ist gerichtet
ausschließlich auf Merkmale der Abschreckung
gegen die buchstabenbleiche Kopfstimme, gegen
die Verhörräume im Labor, gegen Schachzüge
auf der Gehirnkarte; sie wird ohne Risse, Rinnen
und Sprünge gesprochen und weder als Sprache
noch als Schlaf den jahreszeitlichen Fruchtbarkeits-
oder Verdorrungsvorgängen überantwortet. Diese
mehr als aussetzend denn als ausgesetzt einzustufenden
ungekerbten und rinnenlosen Wortbestände oder
Sprachandrohungen, im Aufbau vergleichbar
der quergestreiften Muskulatur, verringern das Risiko
sinnloser grammatikalischer Provokation.

© Falkner
Producción de Audio: 1999 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

La inquietante oración

PRIMERO se forma un surco en la palabra
por el que la leche que recorre el idioma
se recoge, y de la que uno bebe:
la leche del idioma. Al beber la leche
que brota del surco aparecen en la palabra arideces,
arideces del idioma, el idioma se hace quebradizo
en torno a la ya asida, incluso ordeñada
y finalmente ya consumida, copa de la palabra.
Un surco en la palabra es como si el sueño
produjera desgarros. A ambos lados de la fosa del surco
brotan fisuras que tanto a la cerrada,
pronunciada superficie, del idioma, como a la
cerrada, impronunciada, superficie del sueño,
desgarran. Las fisuras y hendiduras a ambos lados
de la fosa del surco, en la palabra o en el sueño
desarraigan, con la aparición de nueva leche, los
taludes que se inclinan hacia este surco
y comienzan, arrastrados,
a rellenarlo. Lo excitante de la escasez
del idioma agrietado o del sueño hendido,
por el amontonamiento, en la
formación de surcos, de los reiterados taludes aparecidos,
desaparece, en favor de una recreada
y más exuberante redondez. El crecimiento de palabras
portadoras de leche hasta la formación de surcos y éste, tras
la pérdida de leche, por una sequía de palabras, disuelto
desgarramiento de taludes, que entonces, tras la aparición
de nueva leche, finalmente, llegando a su fin de nuevo,
y con taludes de nuevo arrastrados,
rellenan las formas que del idioma o del sueño por
el aniquilador cmbio de construcción y enterramiento,
hacen crecer un depósito de palabras advertidas, que quiere arrancar
pérdida del idioma y pérdida del sueño, así como
ganancia del idioma y ganancia del sueño, a la veleidad
del destino del surco .

La palabra que se ofrece para este proceso
sería: evasión. ¡Alcanzar la evasión!
                        Del depósito de palabras
advertidas se forma, idealmente, más allá
de los procesos de conducción de leche y desgarramiento, una
expresión alarmante para los sentidos. Una expresión
que alarmante para los sentidos, de un depósito
de palabras ya sin surcos, sobrepasa
la inclinación a la fractura de una lengua movida por el pensamiento o
movida por el sueño, que podría correr el peligro
de reventar los cercos del cerebro verter
la leche que la atraviesa en vano
y fuerza el descenso desde la altura de la
reflexión hacia la profundidad de la sensación. Así
vuelto sobre su grado de eficiencia: malévolamente
expresado, estafado por éste, o expresado
de buena fe, aligerado mira,
apartado de la erosión del idioma o del sueño
o evacuado, un poder verbal directamente
el foco de disturbios. La figura de las vocales se dirige
sólo a los rasgos de intimidación,
cara al falsete alfabético y pálido, cara a
las salas de interrogatorios del laboratorio, cara a las jugadas de ajedrez
sobre el plano del cerebro; sin desgarros, surcos
y saltos hallados, y ni tal el habla
ni tal el sueño se entrega, a los procesos de la fertilidad
o del agostamiento de las estaciones. Más
 excluestes que clasificables como excluídas,
sin tallar y sin desgarros, reservas de palabras o
amenazas verbales, por su forma comparables
a la musculatura estriada, reducen el riesgo
de una provocación gramatical sin sentido ...

tradución Clara Janés
© Clara Janés