Diana Carrizosa
español
störtebeker
„Ich bin der neunte, ein schlechter Platz.
Aber noch läuft er.“
(Günter Eich)
noch läuft er, sieht der kopf dem körper zu
bei seinem vorwärtstaumel. aber wo
ist er, er selbst? in diesen letzten blicken
vom korb her oder in den blinden schritten?
ich bin der neunte und es ist oktober;
die kälte und das hanfseil schneiden tiefer
ins fleisch. wir knien, aufgereiht, in tupfern
von weiß die wolken über uns, als rupfe
man federvieh dort oben – wie vor festen
die frauen. vater, der mit bleichen fäusten
den stiel umfaßt hielt, und das blanke beil,
das zwinkerte im licht. das huhn derweil
lief blutig, flatternd, seinen weg zu finden
zwischen zwei welten, vorbei an uns johlenden kindern.
De: Selbstporträt mit Bienenschwarm. Ausgewählte Gedichte 2001- 2015
Berlin: Hanser Berlin, 2016
Producción de Audio: Literaturwerkstatt Berlin 2010
störtebeker*
„Soy el noveno, no es un buen puesto.
Pero él aún camina.“
(Günter Eich)
aún camina; la cabeza mirando el cuerpo
que avanza dando tumbos. pero ¿dónde
está él, él mismo? ¿en las últimas miradas
lanzadas desde el canasto o en los pasos ciegos?
soy el noveno y es octubre;
el frío y la soga cortan más hondo
en la carne. estamos de rodillas, en fila; las nubes
sobre nosotros en manchas blancas, como si desplumasen
allá arriba aves domésticas, igual que las mujeres
antes de las fiestas. papá con sus puños blancos
sostenía el mango y el hacha brillante
que guiñaba a la luz. la gallina, entretanto,
corría ensangrentada, aleteando para hallar su camino
entre dos mundos, pasando al lado de nuestros gritos de niños.
*Klaus Störtebeker fue un famoso pirata del Mar Báltico y el Mar del Norte.
En 1401, tras una encarnizada batalla naval, fue capturado y llevado a la
ciudad de Hamburgo, donde fue decapitado en octubre del mismo año.
Según la leyenda, el alcalde de Hamburgo aceptó una solicitud especial
de Störtebeker: tan pronto se le decapitara, avanzaría caminando y
aquellos piratas junto a los cuales alcanzara a pasar serían indultados.
Störtebeker pasó al lado de once hombres antes de que el verdugo le
pusiera zancadilla. Finalmente, el alcalde rompió su promesa e hizo
decapitar a todos los piratas.