Lucía Estrada
LVII [Soy llevada...]
Soy llevada a un lugar secreto. La niebla me cubre para no delatar el paisaje. Quieren prolongarlo, quieren ver mi asombro frente al límite de la oruga, que la tejedora de pájaros me haga parte de su red, y entonces sí, desafiarme, pedirme que construya un imperio mayor. Me quieren muda. Saben que todo está, que sólo debo plantar mi cabeza entre el follaje, aprender el orden natural de las superficies y desatarlas, dejándolas huir hacia el fondo como mágicos caballos. Me quieren sin error en su batalla contra nadie, me quieren su quietud.
Han puesto mi escritura bajo el agua, ríen de su fragilidad y trazan nuevos signos, invisibles palabras sin tiempo. Me quieren otro lenguaje, un oficio anterior a mi nombre.
Cruzo, pues, el último espejo y entrego mis manos a lo imposible.