Amaranta Caballero Prado
VII FECHORÍAS VARIAS
VII FECHORÍAS VARIAS
Fechorías varias cometí durante
la gloriosa época del no pensar,
del mucho sentir; ilustre portento en escapismo
al fin, tuve a bien el poderío de abrir puertas
y rendijas, abrir chapas, cerraduras,
caminar sobre andamiajes sin rechinar,
desde lo alto, a sabiendas de que no
hubiera red: saltar. Sin prudencia ni temor,
puro arrobo y malaquita la ornamentación
febril. Poco a poco el agua fue subiendo,
poco a poco el hambre amainando,
contrario a lo que se esperaba, con más ímpetu
aprendí a volar. Una noche, calurosa,
de par de par el único balcón:
Saltar. Lo que vino después
fue el detenimiento: cornisas, ventanas,
fachadas, frontispicios, recovecos y hierbajos entre
las grietas sin cantera: extendí los brazos, sobrevolé,
secundé la fuerza del viento que desde abajo impulsó
las múltiples partículas; apenas ascendí, supe de la
ausencia del temor y si apenas titubeé, cardenales
anidando en los nichos de honor,
saludaron uno a uno a mi ónix, mi alabastro,
mi pequeña piedra astral
y lluvia fina.