Benjamín Chávez
Poema final para una antología
Poema final para una antología
Frente a mi
hay un libro abierto
una mujer
el eco de una guerra cíclica
una bandera trasplantada
la llamada de la línea del horizonte
un cielo generosamente abierto
un camino al centro del bosque
miles de músicos tocando inagotables
una triunfal sinfonía inmensa
o la íntima música que me levanta cada día
Algunas —muy pocas—
certezas para un débil soplo
que generalmente pastan libres
fuera de mi vista
en el inmenso prado de todas las cosas.
Y los poemas como mares
o como granos de arena y pedrería celeste.
Frente a mi también hay
el bullicio de los amigos
ciertas tardes llenas de sol
de ciudades
colinas
rostros
la contemplación reflejada en los estanques de la memoria,
El caminar de gente que no conozco
algo que se dicen, un gesto que los muestra dignos.
Y no por último,
algunas dudas
perdidas en el fondo de un baúl trajinado.
Un mirar de frente a los hombres
y otra certeza —ésta del corazón—
apaciblemente recostada a los pies de mi cama:
El mundo es un sitio para amar.