Elke Erb

الألمانية

Andres Sanchez Robayna

الأسبانية

Appell

Wie er ins Ohr dringt, dieser
an das Herz rührende Süße enthaltende, mit ihr
erbsenschotenförmig (nur gewölbter) schwellende
Ruf von da unten dem Bachbuschwerk her-

Hilferuf wohl, eines Vogels, Nestlings,
der eben jetzt aus dem Nest fiel, bestürzt sitzt
in auszehrend leerer und gefährlicher Fremde,

aus dem Nest flog eins der unzulänglichen befiederten
oder war seiner Brüter einziges Ei und hungert nun nur,
etwas über die Zeit, da alles verdaut ist, nichts weiter,

und die biologische Uhr ihm die Stunde schlägt, dringlich
weiterzuwachsen befiehlt (eine Lücke Gehorsam schreit),
Katastrophen sind in der Ordnung der Dinge,
Katastrophen sind auch Ermessenseffekte,

aber Süße ist Zufall. Jetzt ist es still, alles fließt.
Die Rufe wurden kürzer, klangen weniger schmerzlich,
wie etwas verstaubt, aber störten doch noch,

150 oder 15 Gramm Stimme bildendes Fleisch
(eine volle Stimme war es ja) haben den Hilfstrieb
in einem lesenden und schreibenden Menschen

anzuzetern die Macht, schlagen der Sorge Alarm, da unten
das wecke den Beutetrieb, etwa einer Katze, in der hübsch
schwellenden, schmerzlich süß auch ihrem Ohr tönenden
monadischen Einheit mit dem Hilfs- und Schutztrieb.

14.8.1998

© 1999 E. Erb; 2000 Urs Engeler Editor, Basel, Weil am Rhein, Wien
من: Sachverstand
Basel, Weil am Rhein, Wien : Urs Engeler Editor, 2000
ISBN: 3-905591-10-3
الإنتاج المسموع: 1999 M. Mechner, literaturWERKstatt berlin

Apelación

Cómo entra en el oído esta llamada
que toca el corazón, que contiene dulzura,
con su forma de vaina (sólo arqueada), creciente
llamada de allí abajo, del zarzal del arroyo.

Llamada de socorro, tal vez, de un polluelo, de un pájaro
que se cayó del nido, y se encuentra confuso
en un sitio extranjero, en un extenuante vacío peligroso.

Un polluelo aún no bien emplumado voló desde su nido,
o fue el único huevo de sus padres, y sólo tiene hambre,
pasado ya su tiempo, digerido ya todo, nada más,

y el reloj biológico le marca la hora, con urgencia
manda seguir creciendo (un vacío, una obediencia grita),
las catástrofes están en el orden de las cosas,
las catástrofes son también discrecionales, pero

la dulzura es casual. Ahora se ha calmado, todo fluye.
Las llamadas sonaron más cortas y menos lastimeras,
como un poco cubiertas de polvo, pero seguían molestando,

150 o 15 gramos de carne que dan forma a una voz
(pues voz completa era) tienen el poder de clamar,
en un ser humano que lee y escribe, el instinto de auxilio,

hacen sonar la alarma del temor, que suscita
allá abajo el instinto de rapiña, el de un gato tal vez,en la    bella,
 creciente, dolorosamente suave, y que él también escucha,
monádica unidad con el instinto de auxilio y protección.

Traducción al español de Andres Sanchez Robayna
© Andres Sanchez Robayna