Marina Mariasch
Desa
Desa
Mi defecto es dominar
dice la tele.
Se le rompe la nariz y le sangra,
es como Amytiville…
Pero luego:
vendrá la larga noche y después
el desayuno.
En el breakfast, los hermanos se saludan y conversan.
Yo necesito el cereal, y mamá
necesita sus puzzles y papá
necesita lavar todos los autos de la cuadra y así
está bien.
Se pone el sueter ese que no es
el suetercito comprado
con el sudor de la frente
y perderlo es rencor
contra el capitalismo.
Salen juntos, caminan
juntos, pegados, tanto
que no se nota si el ruido
de llaves es del llavero de él
o del de ella.
O ese llavero-corazón
con adentro bolitas de colores
que una vez tiró contra la calle
desde la puerta
y se rompió como un símbolo
y las bolitas rodaron y se metieron
en las canaletas que hay
entre los adoquines.
Come, usa los dedos si es necesario,
come chocolinas y nequik y todo lo negro.
Anoche hizo frío y sangró
la nariz. Pero ahora,
por suerte, es de nuevo
la mañana.